martes, julio 28, 2009

Poetas

Atención, poetas de todas las edades: me parece perfecto que algunos de vosotros llevéis esas pintas piojosas que a menudo apestan, pero, por favor, jamás os pongáis unos zapatos sucios para leer en público vuestro trabajo. Un calzado guarro dice mucho, y en absoluto bueno, de quien lo lleva. Así que no lo olvidéis: nada de zapatos llenos de mierda ante el respetable. Nada de zapatos cochambrosos. Apostad por el calzado resplandeciente, amigos.

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jueves, julio 23, 2009

caprichos

El soundtrack marciano de Eraserhead, la desconcertante película de David Lynch, se unió hace nada a mi colección de discos. Por cierto, que el cd sigue precintado. Quizás lo desvirgue más tarde.

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domingo, julio 19, 2009

¡Calígula!

Aquí os dejo un maravilloso fragmento de "Yo, Claudio", la enorme novela del siempre enorme Robert Graves.

«Se sintió consolado y al día siguiente reunió a su ejército en orden de batalla frente al mar: arqueros y honderos adelante, luego los auxiliares germanos armados de azagayas, después el grueso de la las fuerzas romanas y los franceses en retaguardia. La caballería estaba en las alas, y las máquinas de sitio y las catapultas en las dunas de arena. Nadie sabía qué iba a suceder. Se internó en el mar hasta que el agua llegó a las rodillas de Penélope y gritó: “¡Neptuno, viejo enemigo, defiéndete! Te desafío a combate mortal. Hiciste naufragar traidoramente la flota de mi padre, ¿no es cierto? Prueba tus fuerzas conmigo, si te atreves”. Y en seguida citó los versos de Homero, de la lucha de Áyax con Ulises: “O déjame que te levante, jefe, o levántame tú./Probemos nuestra fuerza…”.

Una olita pasó rodando ante él. La hendió con la espada y se rió despectivamente. Luego se retiró y ordenó que se tocara a “combate general”. Los arqueros lanzaron sus flechas, los honderos sus piedras, los hombres de las jabalinas sus proyectiles. La infantería regular se metió en el agua hasta las axilas y hendió las olas con las espadas, la caballería cargó por ambos flancos, y nadó un trecho, tajeando con los sables; las catapultas lanzaron peñascos, enormes jabalinas y troncos con puntas de hierro. Calígula se hizo luego a la mar en un barco de guerra y ancló fuera del alcance de los proyectiles, pronunciando absurdos desafíos a Neptuno y escupiendo al agua. Neptuno no hizo tentativa alguna de defenderse o contestar, aparte de que un hombre fue mordido por una langosta de mar y otro picado por una medusa.
Finalmente Calígula hizo tocar a reunión y dijo a sus hombres que limpiaran la sangre de sus espadas y recogieran el botín. El botín eran las conchas marinas de la playa. Se esperaba que cada hombre llenara su casco con ellas y las agregara a un montón general. Las conchas fueron luego clasificadas y enviadas a Roma en prueba de su insólita victoria. Las tropas lo consideraron una gran diversión, y cuando él recompensó a los soldados con cuatro piezas de oro por cabeza, lo vitorearon estruendosamente. Como trofeo de victoria, construyó un faro muy alto, según el modelo del famoso faro de Alejandría, que ha resultado ser una gran ayuda para los marinos que navegan por esas peligrosas aguas.»
Malcolm McDowell, en la fotografía superior, interpretó a Calígula en la película de mismo título dirigida por Tinto Brass. Como no podía ser de otro modo, McDowell está sublime en su papel de temido emperador romano.

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miércoles, julio 15, 2009

I'll be back

The Terminator, el original de James Cameron que nos enloqueció allá por el 84, es cine de verdad, hecho con mucha imaginación y un par de cojones. Pero lo mejor de todo es que la película, 25 años después, sigue funcionando como el invento bien pensado que es; o lo que es igual: con similar precisión a la del mítico robot encarnado por Arnie, a quien necesitamos ver más pronto que tarde repartiendo cera en un pantallón. No puedo decir lo mismo de Terminator Salvation, superproducción tan espectacular como innecesaria que no va más allá de ser otro intento de explotar una serie agotada hace tiempo. Lástima. Pero tampoco es que el resultado me sorprenda: el mundo de las secuelas es así.